Las leyendas también lavan su ropa: Cómo Gloria Estefan mantiene los pies sobre la tierra
Gloria Estefan puede hacerlo todo — desde romper moldes en la industria musical, hasta lavar su propia ropa, literalmente. Y lo sabe.
Es algo que aprendió de las “leyendas” más importantes en su vida: su abuela Consuelo y su madre Gloria Fajardo, cuyas circunstancias las obligaron a tomar las riendas y proveer para su familia. “Yo me crie con dos mujeres que lo hacían todo, entonces para mí nunca estaba la pregunta, ‘Bueno, como mujer, ¿yo podré hacer esto?’, porque lo hacían todo las mujeres en mi vida”, dice Estefan.
Desde que saltó al estrellato en los 80 como vocalista principal de Miami Sound Machine — junto a su esposo, el productor visionario Emilio Estefan — Gloria Estefan ayudó a infundir sabor latino a la música pop en inglés, rompiendo barreras con éxitos como “Conga” y “Rhythm is Gonna Get You”, y cantando paralelamente en español.
En las listas de Billboard, ha colocado 29 canciones en el Hot 100, tres de ellas en el No. 1 (“Anything For You” en 1988, “Don’t Wanna Lose You” en 1989, y “Coming Out of the Dark” en 1991); y 30 canciones en Hot Latin Songs, 15 de las cuales llegaron a la cima (desde “No me vuelvo a enamorar” en 1986 hasta “Hotel Nacional” en 2012). Su primer álbum en español, Mi Tierra (1993), pasó unas impresionantes 58 semanas en la cima de Top Latin Albums y le dio su primero de tres premios Grammy.
Este fin de semana, la superestrella cubana-estadounidense — que apenas hace seis meses se convirtió en la primera latina en ser incorporada al Salón de la Fama de los Compositores — recibirá el premio Leyenda en la gala de Billboard Mujeres Latinas en la Música 2024 en Miami.
Eres un ícono y una leyenda de la música. Lo que muchos quizás no saben es lo sencilla que eres. Recuerdo una vez que te entrevisté hace unos años por teléfono y te disculpaste por el ruido de la lavadora, dijiste que estabas haciendo laundry porque salías de viaje al día siguiente y te confieso que me impresionó. No me imaginaba que Gloria Estefan lavaba su propia ropa.
A veces me toca, ¿sabes? [Risas] Tengo la dicha de tener un personal en la casa que son familia, realmente, llevan más de 30 años con nosotros y me miman y me malcrían mucho, pero llegan momentos que hay algunas cosas que uno tiene que hacer uno mismo, ¡y claro que sé hacer de todo! Y Emilio es igual. Emilio se pone a limpiar porque él es meticuloso, echa agua por todos lados con la manguera. Es divertidísimo verlo.
¿Cómo has logrado mantener los pies sobre la tierra de esa manera a pesar de tanto éxito?
Sabes qué, yo pasé mucho de niña. Cuidando a mi papá [que tenía esclerosis múltiple], tratando de ayudar a mi madre, que le quedó todo en sus hombros — criar sus dos hijas, ayudar a mi abuela. Mi abuela nos ayudó a nosotros también. Yo creo que cuando uno tiene el ejemplo de saber lo que vale realmente en la vida, las cosas que tienen real valor, que es la salud primordialmente, el amor, el cariño, la familia — si no fuera por mi familia yo no sé dónde estaría — eso me ayuda mucho. Además yo ya tenía un hijo cuando tuvimos el éxito grande mundial y yo seguía siendo mamá; me lo llevaba de gira conmigo y él me veía en el escenario y veía esa parte, pero cuando me bajaba de ahí era simplemente mamá. Tener la familia con uno así realmente te mantiene los pies sobre la tierra.
¿Quiénes han sido las leyendas femeninas en tu vida, como mujer y como músico?
Mi abuela Consuelo, que llegó a este país a los 57 años. No hablaba el inglés, agarró a mi abuelo y le dijo, “Vamos a hacer esto”, y creó un negocio de comida con el que logró comprar su casa, nos ayudó a nosotros. Era una mujer emprendedora que desafortunadamente en Cuba la sacaron de la escuela cuando tenía 9 años porque era la Depresión mundial y ella tenía muchos hermanos y tenían que ayudar a la familia a trabajar para sobrevivir. Ella quería ser abogado, nació en 1905, ¡una mujer en Cuba! Era brillante. Ella era espiritual, una persona que daba todo y que ayudaba a mucha gente. Mi madre también. Yo me crie con dos mujeres que lo hacían todo, entonces para mí nunca estaba la pregunta, “Bueno, como mujer, ¿yo podré hacer esto?”, porque lo hacían todo las mujeres en mi vida. Mi padre estaba enfermo, mi abuelo también; las mujeres tuvieron que tomar las riendas de todo.
Y a nivel profesional Celia Cruz para mí fue una inspiración, una mujer que la humildad, el profesionalismo, el amor por lo que hacía, por su gente, por sus fanáticos, su familia — tuve la dicha de poder ser su amiga y de compartir con ella, y fue un ejemplo muy grande para mí. ¡Ella en el escenario no tenía edad! Para mí eso es una leyenda, alguien que realmente rompe todos los moldes que existen, y eso fue Celia. Así que para mí ese es el triángulo de mujeres que me han de alguna forma dejado sus huellas en mil maneras.
Te has mantenido activa en la música. Tan solo el año pasado, lanzaste un álbum de Navidad con tu familia y el tema de la película 80 For Brady (“Gonna Be You”), y ahora escribes con tu hija Emily un musical de Broadway. Podrías felizmente retirarte y vivir de las regalías de tus muchos éxitos. ¿Qué te motiva a seguir?
Es una bendición y un privilegio poder hacer música y de alguna forma inspirar a otros que la escuchen; eso es para mí lo que más disfruto. Estamos ahora mismo en el workshop (taller) de un musical que hemos estado trabajando por dos años. Para mí ha sido una inspiración ser parte del proceso y más trabajando con mi hija, que es una oportunidad muy única, y poner nuevas canciones en los corazones atado a un musical original basado en la vida real de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura [en Paraguay]. Son niños que viven al lado de un landfill (basural) y el señor que hizo todo esto creó una escuela de música y han hecho los instrumentos de los desperdicios y viven de ese landfill. Es una inspiración para mí ver el triunfo del espíritu de jóvenes que con las circunstancias más difíciles han logrado mandar música al mundo. No es trabajo para mí. El lujo que tengo ahora es que puedo escoger los proyectos a los que digo sí […] porque también ahora tengo al nieto y no quiero estar fuera, no quiero perderme esos años que van tan rápido. Entonces es un lindo balance.
También te has mantenido activa con la Fundación Gloria Estefan, que creaste en 1997 en respuesta a tu accidente de 1990 (cuando un camión chocó contra su autobús de gira y la dejó temporalmente paralítica). ¿Cuál dirías que ha sido la mayor satisfacción que te ha dado?
A mí me da la satisfacción de poder estar al servicio de otros; es un privilegio poder ayudar en cualquier forma. Tenemos muchas organizaciones que apoyamos. […] También quiero ser parte de la cura de parálisis porque yo estuve paralizada y fui una historia positiva después de ese accidente, entonces quiero ayudar en cualquier forma. Ayudamos mucho a maestras, porque mi madre fue maestra, para que puedan ayudar a sus niños, que a veces las escuelas públicas no tienen fondos. Una cosa extraña pero que me encanta, la Policía de Miami Beach no puede comprarles a los perros policías los chalecos a prueba de balas porque son carísimos y no están en el budget (presupuesto), entonces estaban muriendo muchos de los perros, y yo pude comprar chalecos y donárselos para que estén más protegidos, porque también me encantan los animales. Es una linda forma de ser parte de la comunidad, estar al servicio de otros y buscar la mejor forma de ayudar.
¿Dirías que el accidente fue el momento más difícil que te ha tocado atravesar?
Eso no fue divertido, te puedo decir, pero no lo cambiaría. No me gustaría pasarlo de nuevo — aunque yo ya apreciaba la vida mucho, me dio una forma de vivir totalmente agradecida cada día de mi vida simplemente por poder pararme, ir a buscar un vaso de agua yo misma. Porque mi padre estaba en silla de ruedas, yo sabía lo que iba a vivir mi familia si quedaba en silla. Aunque yo soy muy positiva, y si me hubiera quedado en la silla estuviera jugando basketball. (Risas)
Fue difícil, pero tuve tanto apoyo, tantas oraciones que sentí y absorbí y sé que son parte de mi recuperación. Trabajé muy duro, hacía seis a siete horas diarias de rehab (rehabilitación) primero flotando en la piscina porque no podía caminar. Hasta que pude pisar el escenario 20 días antes del año que se cumplía del accidente. Cada año cuando pasa esa fecha, el día que me partí la espalda, marzo 20, […] estoy celebrando mi renacimiento. Así que solo tengo 34 años en este momento.
¿Cómo describirías el papel que la música ha tenido en tu vida?
La música para mí ha sido el vehículo de mi alma. Para expresarse. Para mantenerme fuerte. Para desahogarme. Para divertirme, celebrar. La música es el centro de mi vida. Siempre lo ha sido. Canto desde que hablo, vino conmigo. Y no es que yo tenía que ser famosa ni nada, porque tuve que acostumbrarme por así decirlo a ser el centro de atención, no es parte de mi personalidad. Pero no me imagino mi vida sin música. Y tener el privilegio de que otras personas escuchen mis letras, mis melodías, es algo por lo que me siento agradecida cada día de mi vida.
Cuando miras atrás, ¿qué momento como mujer latina en la música ves con mayor orgullo?
El disco de Mi Tierra. Definitivamente. Porque aunque yo me crie en este país — yo vine cuando tenía dos años y medio, y la música americana y todo lo que yo escuchaba se hizo parte de mí — poder compartir mi cultura, una época de la música cubana que se paralizó con la revolución y que no creció más, poder hacer temas originales que celebran y honran la música cubana y esparcirla por el mundo, para mí es el logro más grande. Y si tuviera que dejar solamente un disco, sería ese.
Billboard Mujeres Latinas en la Música 2024 se transmitirá el domingo 9 de junio por Telemundo a las 9 pm (8 pm Centro), y también se puede ver en streaming por la aplicación de Telemundo y por Peacock.