‘Pepito y Paquito’, el álbum que rescata las primeras grabaciones de Pepe y Paco de Lucía

Tras pasar más de medio siglo escondidas en una lata de carne de membrillo, las primeras grabaciones de Paco de Lucía y Pepe, su hermano mayor, han salido a la luz.

Presentado por BMG y la Fundación Paco de Lucía, Pepito y Paquito nos muestra los inicios de estas figuras fundamentales del flamenco contemporáneo, ofreciendo una visión inédita y significativa de sus primeros pasos. Las 21 canciones del disco, que incluyen distintos estilos de flamenco, se grabaron cuando los hermanos tenían tan solo 11 y 13 años.

“La primera vez que escuché las grabaciones lloré muchísimo. Primero porque mi padre ya no está. Segundo, por ser consciente una vez más de lo durísimo que trabajó para llegar donde llegó”, dijo Casilda Sánchez, hija de Paco de Lucía, a Billboard Español. “Es algo que por un lado te da como tristeza o pena por él y por otro lado te da un orgullo y una admiración infinita”.

Paco de Lucía (1947-2014), nacido en Algeciras, España y cuyo verdadero nombre era Francisco Gustavo Sánchez Gómez, es reconocido como uno de los guitarristas de flamenco más influyentes de todos los tiempos. Fue pionero en la modernización de este género musical, integrando ritmos de jazz, bossa nova y música clásica, lo que ayudó a llevar este arte a la escena internacional. Sus colaboraciones con artistas como Carlos Santana, Al Di Meola y John McLaughlin, así como con figuras de la música española como Camarón de la Isla y Tomatito, redefinieron y expandieron los límites del flamenco clásico.

Pepe de Lucía (1945), originalmente llamado José Sánchez Gómez, es un destacado cantaor y letrista. Desde joven mostró un talento excepcional, consolidándose como una figura importante en el mundo del flamenco. Ha trabajado junto a su hermano Paco y otros grandes artistas, contribuyendo significativamente al desarrollo y difusión del género.

Las grabaciones descubiertas en Pepito y Paquito fueron realizadas entre 1959 y 1960 por Antonio Sánchez Pecino, padre de los artistas, en colaboración con su amigo cercano Reyes Benítez, y tuvieron lugar primero en su casa familiar en Algeciras, y posteriormente en la residencia de la madre de Benítez. Aunque se conocía su existencia, el paradero de estas grabaciones permaneció como un enigma hasta que Quique Benítez, hijo de Reyes, las redescubrió en 2022.

“Con estas grabaciones, buscaban conseguir su primer contrato discográfico en Madrid. Las cintas se quedan olvidadas literalmente en una caja de membrillo metidas en un armario durante décadas”, explicó Sánchez, la hija de Paco, durante un encuentro íntimo con periodistas en Madrid. Y es que las grabaciones se pueden considerar como la precuela artística de los hermanos antes de su revolucionaria aparición en el I Concurso Internacional de Arte Flamenco de Jerez de la Frontera en 1962 y sus primeros discos como Los Chiquitos de Algeciras.  

Las 21 canciones fueron restauradas con nuevas tecnologías, eliminando ruidos, pero sin alterar la autenticidad. Como explica Sánchez: “El estado de las cintas no era bueno, pero la tecnología nos ha permitido separar el cante de Pepe del toque de Paco, tratar por separado esas dos interpretaciones y volver a montarlas siempre desde una perspectiva muy respetuosa con la interpretación de dos niños”.

Javier Doria Dulanto, director general de BMG para España y Portugal, mencionó durante el encuentro con la prensa que el ingeniero de sonido Jesús Bola, conocido por su trabajo con Pepe y Paco de Lucía y Camarón, trabajó meticulosamente para preservar la autenticidad de las grabaciones. “Tomamos la decisión de mantener errores menores en las grabaciones si tenían valor histórico”, señaló. “Pero sí que se ha restaurado para hacer la grabación lo más asequible posible para el oyente”.

Con tan solo 12 años, Paco de Lucía ya muestra un virtuosismo sorprendente, dominando varios palos del flamenco como bulerías, soleares, rumbas y seguiriyas, entre otros. Pepe de Lucía también brilla con su cante, lleno de desgarro, pasión y brillantez. “Otra manifestación más de que mi padre era un genio, de que mi tío Pepe es un pedazo de artista, como ha habido pocos en España y que tenemos un legado cultural que hay que mantener, promover y con el que hay que emocionarse. Porque al final la música es esa emoción y pues ofrecerle la posibilidad al mundo de eso, es un sueño”, nos dice Sánchez.

Precisamente, el poder contribuir a mantener ese legado cultural es el principal compromiso de BMG: “Hay que reivindicar nuestra tradición y poner en valor nuestro legado cultural, y esto es lo más puro que te puedes encontrar”, dice Doria. “Desde luego, hay un compromiso en todos los que trabajamos en la industria de la música por buscar la vanguardia y fórmulas nuevas, pero también de poner en valor lo clásico. Y esta obra es un punto de inflexión en el legado cultural español”.

La portada del disco, lanzado el 31 de mayo en formato digital, así como en CD y vinilo, es una foto sin título de los dos niños y su madre tomados de la mano en la Plaza Alta de Algeciras. “Nos parece que es una fotografía icónica”, añadió Doria. “Es muy bonita y representativa de la vida”.

Diez años después del fallecimiento de Paco de Lucía, Pepito y Paquito celebra la genialidad de un artista que transformó la guitarra flamenca. Su dedicación y talento lo convirtieron en una figura universal, abriendo puertas a futuras generaciones, y este disco nos transporta a su infancia, donde ya mostraba una técnica asombrosa. 

A continuación, el tracklist completo del álbum: