El largo camino de Ana Bárbara hacia una segunda nominación al Grammy

La primera y última vez que Ana Bárbara fue nominada a un Grammy fue en el 2006 por No Es Brujería, en la categoría de mejor álbum mexicano/méxico-americano. No ganó (el premio fue para Pepe Aguilar), pero, firmada en ese entonces a Fonovisa, Ana Bárbara era una de las pocas voces femeninas exitosas en la música grupera y ranchera; una artista que más allá de tener una voz potente y traer sex appeal al escenario, también escribía sus propias canciones.

Ahora, casi 20 años después, Ana Bárbara (cuyo verdadero nombre es Altagracia Ugalde Motta) repite la hazaña. Su exquisito Bordado a Mano, que incluye duetos con Vicente Fernández, Christian Nodal, Paquita la del Barrio, Bronco y Cristian Castro, está nominado a mejor álbum de música mexicana (incluyendo tejana) en los Grammys que tendrán lugar este 4 de febrero, compitiendo con Peso Pluma y tres artistas femeninas: Lila Downs, Lupita Infante y Flor de Toloache.

En el grupo, Ana Bárbara es la pionera, pero sigue estando a la vanguardia. Bordado a Mano es una obra de arte, y también de amor y tenacidad, publicada por Ana Bárbara misma en su propia disquera (Solos Music) con distribución de ONErpm. Tomó años grabarlo, en parte porque fue logísticamente un reto trabajar con artistas como Vicente Fernández (en la última colaboración antes de su muerte) y porque Ana Bárbara pagó todo de su propio bolsillo, sin avances.

La cantautora mexicana, que este año celebra los 30 años de su primer álbum, y que el 22 de febrero será homenajeada en Premio lo Nuestro, habló con Billboard sobre el significado de la nominación en esta etapa de su vida.

Tu última nominación al Grammy fue hace 18 años. Aparte de la distancia, ¿qué es lo que más te emociona esta vez?

A diferencia del álbum anterior, este es totalmente independiente. Aquel tenía canciones mías, pero este es toda la producción mía, y la canciones también las escribí. Estoy muy emocionada y el que sea un trabajo como cantautora […] me honra muchísimo. Y estoy muy orgullosa con el trabajo que se hizo, tanto con las canciones como el trabajo en equipo, porque finalmente llegó a donde tenía que llegar, y con un trabajo independiente en una disquera chiquita. Solos Music es mi disquera, y somos solo cinco personas. Es chiquita pero cumplidora (se ríe).

ONErpm te apoya con distribución y marketing, pero este ha sido un trabajo independiente, y eso es difícil. ¿Te dio susto lanzarte así?

No puedo negarte que haya un poco de falta de valentía por el desconocimiento. Tengo que ser honesta. Cuando Rose (su mánager, Rosela Zavala) me dijo “vámonos independiente”, […] tenía una idea clara. Pero fue muy honesta y me dijo “es un camino muy difícil”, y lo es. Es muy caro. Te puedo decir que me ha costado la vida. Si me preguntas […] te diría: “Es un trabajo que nos ha dado dignamente de comer”. Todos tenemos una familia que mantener. Pero finalmente, fue realmente una cuestión como mujeres de, con este orgullo y esta fuerza, vamos a darle. No voy a negarte que de principio me asustó, y me sigue asustando. Porque aunque nuestro fin no era hacer el gran negocio de nuestras vidas, sí decíamos: “¿En qué momento vamos a empezar a rentar?” Te digo con mucho orgullo, me deshice de ciertos bienes al comienzo. Finalmente dije, “venga, que si se tiene que hacer, vamos con todo”.

Es un álbum que tomó mucho tiempo…

Sí, y luego viene la pandemia. No, no, no. Nos jalábamos los pelos. Estábamos vueltas locas. Pero creí. Ya estaba el dueto con Nodal, el dueto con Paquita. Ya era una realidad. Pero toda la promoción, el trabajo, el álbum, los videos y todo eso como independiente, es cuesta arriba y para una mujer, 10 veces más. O veinte, siendo honesta.

¿Exactamente hace cuánto se gestó este álbum?

Lo empecé a trabajar hace 11 anos. El último álbum que saqué fue Yo Soy La Mujer [en el 2013]. Las canciones fueron escritas hace 11 años, 12 años. Por ejemplo, el dueto con Don Vicente, yo lo soñé, lo vi, hace 11 años. Él la grabó hace cinco años y el video lo grabó antes de la pandemia. Ha sido una jornada larga.

¿Te desesperaste?

Fíjate que no. Había amigos que me decían, hay un camino más fácil. Vete a los covers. Pero dije, “yo quiero dejar mi propio legado de mis canciones propias”. Sí hubo momentos que quería tirar la toalla. Por ejemplo, el dueto con Cristian Castro, de repente era, sí, vamos, y pasaban seis meses. Fue muy complejo todo, porque hay arte en cada uno de [los artistas invitados], pero también hay vidas complicadas.

Todos los artistas son artistas de gran trayectoria y legado, excepto Christian Nodal. ¿Por qué él?

Nodal es un gran artista. Es un “viejo joven”, así le digo. Pero todos los demás son clásicos: Bronco es clásico. Cristian Castro es el baladista romántico, y es de mis baladistas favoritos. Entonces sabía que era complejo. Cuando son establecidos cuesta un poquito más de trabajo convencerlos.

Estás celebrando tus 30 años de carrera este año, y recibirás un premio especial en Premio Lo Nuestro. ¿Qué más viene?

Cumplo 30 años de carrera discográfica, y se dice fácil pero el camino ciertamente ha sido muy difícil. Estamos preparando un disco sinfónico, básicamente los éxitos, con arreglos del maestro Eduardo Magallanes, el mismo que le hizo tantos trabajos a Juan Gabriel y don Vicente que es una de mis inspiraciones. Aparte del disco sinfónico tengo proyectos de duetos y en solitario. Dije voy a hacer algo especial para los 30 años, ¡que bastante pinche trabajo me han costado!