El espíritu de Selva Negra, la fundación ecológica de Maná a beneficio de tortugas, árboles y más
En 1992, Maná logró un éxito con “Vivir sin aire”, una canción de amor que también sirvió como metáfora para el medio ambiente, y puso a la banda de rock mexicana en un camino que aún sigue hoy. No solo el grupo ha incluido una canción inspirada en el cambio ambiental o social en cada álbum desde entonces, sino que en 1996, la banda — compuesta por Fernando “Fher” Olvera, Alejandro González, Sergio Vallín y Juan Calleros — consolidó su compromiso ambiental al lanzar la Fundación Ecológica Selva Negra, que protege especies, restaura ecosistemas y promueve la educación ambiental.
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Casi 30 años después de su creación, Selva Negra ha cumplido con creces su misión. Ha incubado y liberado directamente 8 millones de tortugas marinas, plantado más de 800.000 árboles, producido más de 500.000 plantas en su invernadero comunitario y trabajado con el Banco Interamericano de Desarrollo para ayudar a preservar los bosques mexicanos y promover proyectos para concienciar sobre el cambio climático, entre muchas otras acciones. Mientras tanto, la fundación ha promovido innumerables causas de justicia social, incluyendo la prestación de apoyo y una vida digna a las comunidades de inmigrantes en Estados Unidos, México y los países latinoamericanos.
Desde su base en Puerto Vallarta, México — con un gran dije de plata de una tortuga marina, su animal favorito, colgando de su cuello — el líder de Maná y presidente de Selva Negra, Olvera, habla sobre por qué el trabajo de la fundación nunca termina.
Hace varios años, hablaste sobre un plan para desarrollar un currículo ambiental para las escuelas. ¿Cómo va eso?
La educación ambiental [la hacemos] en muchos lugares. Lo que creo que es más importante, y siempre luchamos con los gobiernos pasados, es que pusieran la materia de ecología como si fuera geografía o matemáticas. Ahí va, pero todavía no lo hacen bien. Nuestro gobierno entiende cero de medio ambiente. Pero vamos a cambiar, y vamos a ver qué pasa.
En la última gira de la banda por Estados Unidos, donaste a muchas organizaciones que ayudan a los migrantes. ¿Cuál es tu posición sobre este tema?
Más que una posición política, es una posición humanitaria. Cuando estuvimos con Obama en la Casa Blanca, no estábamos apoyando a demócratas o republicanos; estábamos apoyando a la gente que trabaja, que pone el pan sobre la mesa de las familias en Estados Unidos. Nosotros vamos por los derechos humanos. Además, ahorita la comunidad latina en los Estados Unidos se ha hecho tan fuerte que ya cambia elecciones y ya los presidentes no pueden ofender tan fácil a los latinos. Bueno, algunos sí.
Háblanos de Platanitos, el lugar donde tienes tu reserva de tortugas.
Está por acá cerca hacia Nayarit. El gobierno tiene una reserva que es intocable, y nos aliamos con ellos para cuidar las tortugas en un área grandísima. En Platanitos tenemos una estación de conservación donde están los biólogos, está la gente que cuida de las tortuguitas y todo. Ellos recolectan el huevo y lo ponen en un área privada, y ahí se conservan durante mes y cacho en lo que el huevo madura y revienta y salen las tortuguitas y ya las echan la mar. El año pasado liberamos al mar casi un millón de tortuguitas, el récord que tenemos. Esto llevamos haciéndolo desde 1994. O sea que ahí en el mar hay muchas hijas mías. Hay muchos campamentos tortugueros en el mundo, y demuestra que si el hombre revierte con esa misma mano que ha hecho mal, con esa misma mano puede hacer el bien. Tomamos una especie, pero habrá muchas.
¿Sientes que los artistas tienen la obligación de promover la justicia social ahora más que nunca?
Yo te voy a contestar sinceramente: Yo creo que cuando al artista le nace del corazón hacerlo, está ok. Si no tiene ese sentimiento dentro, no es obligación hacerlo. Y decir esto está en contra de mis principios y todo, pero, el artista está obligado a hacer buen arte. Esa es su obligación. Su obligación es dar lo mejor de sí en las canciones, en las letras, en los arreglos, en todo lo que compone un tema. Esa es su verdadera obligación. Ahora, si le nace hablar o de derechos de la mujer, o derechos de los humanos de educación, derechos de salud, de medio ambiente, de lo que quieran, pues tanto mejor, yo digo, porque la música es una arma poderosísima donde los jóvenes sí escuchan. Y yo creo que mucha gente se ha inspirado en Maná para proteger el medio ambiente o para pensar globalmente y actuar localmente.
