De la IA a la evolución del rap: Residente habla de ‘Las Letras Ya No Importan’

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De la IA a la evolución del rap: Residente habla de ‘Las Letras Ya No Importan’

Como una de las voces más influyentes y atrevidas de la música latina, Residente no ha dejado de traspasar los límites del rap en español. Tanto si explora las profundidades de las emociones humanas y los problemas sociales a través de su arte, como si enfurece a los reggaetoneros mainstream mediante tiraderas contundentes, es innegable que no se puede hacer el sordo frente al artista nacido René Pérez Joglar.

Con su segundo álbum en solitario Las Letras Ya No Importan (5020 Records), tras su debut homónimo de 2017, la evolución de Residente de un rapero que mezcla géneros globales a un artista polifacético y comentarista cultural es inconfundible. Este último trabajo, lanzado el viernes (23 de febrero), se embarca en un viaje exploratorio a través del sonido, la emoción y las opiniones críticas, presentando 23 canciones y una diversa lista de colaboraciones que abarcan géneros y geografías, desde SFDK en España hasta Christian Nodal en México y Amal Murkus en Gaza.

Entre los temas más destacados, “313” surge como una oda profundamente personal al paso del tiempo y al valor de la vida, inspirada en el fallecimiento de un amiga y en las propias reflexiones de Residente sobre el envejecimiento. “El tiempo cada vez se vuelve más relevante en mi vida”, dice a Billboard Español.

“Bajo los escombros” ofrece una conmovedora mirada a la lucha palestina, elaborada en medio del conflicto con aportaciones de músicos de Gaza y la voz de Murkus. “Jerga platanera” se sumerge en los entresijos lingüísticos del argot puertorriqueño y dominicano, mientras que “El malestar en la cultura” y “Artificial Inteligente” contemplan la evolución del rap y la intersección de la humanidad con la tecnología, respectivamente. Este álbum no solo subraya el compromiso de Residente con la experimentación musical y temática, sino que también destaca su papel como visionario en el panorama en constante evolución del género de la música urbana y más allá.

Durante nuestra entrevista en su casa en el Bajo Manhattan, el hogar de Residente reflejaba la diversidad y profundidad de su música. Rodeado de una ecléctica colección de libros — desde Apocalypse Now hasta Segmented Realities de José Parla, y The Wes Anderson Collection — y obras de arte que adornan las paredes, su entorno es un testimonio de sus variadas influencias. La claraboya y el balcón con vistas al río Hudson ofrecen una visión del sereno telón de fondo de su proceso creativo, mientras que sus docenas de premios Grammy y Latin Grammy son una muestra de su perdurable impacto en la industria musical.

Vestido de manera cómoda con pantalón de pana azul claro, camiseta a juego y gorra de béisbol, acentuada con una cadena y un silbato plateado, Residente se mostró tan relajado y accesible como reflexivo, reflejando la profundidad y diversidad de su último álbum. Por cierto, hoy (23 de febrero) es su cumpleaños.

Tienes mucho que celebrar: tu nuevo álbum, tu nuevo video musical, tu debut como actor de cine, tu cumpleaños. ¿Cómo lo vas a festejar?

Creo que voy a ir a una barra con familia y amigos, tranquilo. Estoy contento con el resultado del video y el tema de “313”. Es un ejemplo de lo que yo quiero hacer más. Voy a celebrar eso, el video, el disco y lo que viene en el futuro también.

Tu video de “313” es visualmente impresionante. Además, cuenta con la participación de Penélope Cruz.

Yo siempre que escribo canciones pienso en los visuales, independientemente de si les saco video o no. Hay gente que hace videos para la canción; yo creo que yo hago música para el video. Todo el tiempo estoy pensando en forma visual y ahí es que voy componiendo la música. En este caso empecé a hacer la música y fui escribiendo las ideas, ajustándome a las condiciones del tiempo climatológico. Fue bastante difícil filmar en noviembre en Madrid, no hay mucha luz. Nevó, llovió, pasó de todo en el video. Eso te atrasa y el atraso cuesta dinero. Cuando estás dirigiendo tienes que pensar como productor, escritor, editor, y actor. Estoy pensando en todo a la vez. 

Tengo a Penélope Cruz también en el video, y a Silvia Cruz que canta. Nos conectamos súper bien cuando conocí [a Penélope]. También conocí a su su esposo Javier [Bardem], y soy fanático de los dos. Me encanta lo que hacen, son tremendos actores y tienen una familia súper bonita. Originalmente dije: “Me gustaría que estuviera Penélope.” Le hablé y me dijo que sí. Poco a poco fue conectando con la canción.

La inclusión de violines en ese tema y las cuerdas de guitarra que utilizas en otros son hermosas y muestra una diversidad musical junto con unos beats de boom bap. ¿Cómo decides qué instrumentos o sonidos usar en tus composiciones?

El disco tiene canciones que son más viejas, y tenía otras canciones que no [terminaron en] el disco porque no sentía que están conectadas con este momento ahora. Cuando salió “René” hace cuatro años, iba a sacar un disco en ese momento y pues nada, las estoy lanzando. Ahora sí tengo canciones que se sienten que son más de ahora, como el “313”, “Artificial inteligente”, “Quiero ser baladista” o “Bajo los escombros”. Todas estas tienen chelo, contrabajo, todo esto musical. Me parece que es un disco que marca una transición, como pasó con el segundo disco de Calle 13, Residente o Visitante, que marcó un momento. Después de eso, todo fue distinto.  

Con tu segundo álbum de estudio tras tu aclamado debut de 2017, ¿cómo crees que ha evolucionado tu música y tu mensaje en este último trabajo?

En este disco yo siento que el mensaje viene más de la experiencia propia mía. Es un disco bien personal, como “313” que es sobre disfrutar todo este momento. Tuve muchas pérdidas el año pasado y el antepasado. Gente que quiero murió y todo lo que estoy hablando de disfrutar de todo esto viene de esa experiencia en el pasado. Y el disco pasado era world music meets rap. Este disco es la parte más vulnerable, como “René,” “313” o “Ron en el piso”. Es mucho más abierto de alma y de espíritu que antes. Siempre he estado abierto, pero esta vez estoy más con el descubierto.

Al entrar a tu hogar, es impresionante ver la cantidad de Grammys y Latin Grammys que tienes. ¿Cómo mantienes la pasión por la música después de tanto éxito?

La pasión la mantengo con terapia, intentando hacer cosas distintas, creativas, que me llenen. Me siento un poco cansado como artista, ya llevo tiempo haciendo esto. Quiero dedicarme más al cine, escribir cine, experimentar, actuar. Ahora sacamos una película en Sundance, que ganó el premio Grand Jury. Se llama In the Summers. Soy el actor principal, estoy rodeado de actores y actrices espectaculares que me enseñaron un montón. Me encantó. Y la parte de la dirección me encanta siempre. Yo creo que eso es lo que me mantiene motivado e inspirado a seguir trabajando. Es el moverme, hacer otras cosas dentro de la música también.

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¿Cómo ves el estado actual del rap y su cultura, y cómo contribuye tu álbum a esta conversación?

Una cosa es una herramienta, y la otra es un género que tiene unas reglas y una cultura que se respeta. La discusión que se desató en base a la lista [de raperos esenciales en español que publicó Billboard] me pareció inmadura de parte de algunos colegas. Creo que el rap merece evolucionar al máximo. Yo separo mucho el rap del hip-hop. Para mí, el [hip-hop] lo veo como un género en donde se utiliza la herramienta del rap. Eso es lo que yo hago. Yo nunca he pretendido ser de ningún género musical en específico, ni me interesa. Nunca, desde Calle 13, y ahora mismo, nunca he querido estar encasillado. No soy un cantante porque no canto, rapeo, entonces uso la herramienta del rap. Mi disco está para todos los chamaquitos que quieren ser raperos, que no pueden cantar pero quieren decir cosas, y por medio de la rima es una alternativa. Y me va bien; soy prueba de que te puede ir bien haciendo cosas distintas, rapeando, haciendo música, haciendo que evolucione. 

El futuro del rap, si se sigue sobreprotegiendo — es como proteger a un niño tanto que no va a saber qué hacer cuando crezca. Pues lo mismo con el género musical. Tú tienes que alimentarlo de cosas nuevas, sacarlo, que evolucione y que se mueva. Va a seguir evolucionando, si no, se va a quedar ahí y van a venir otros géneros que les va a pasar por encima. Es importante, para que no le pase por encima, y para que los chamaquitos que quieran escribir rap experimenten su creatividad al máximo, y la lleven a lo máximo, lo más alto que puedan.

Escucha Las Letras Ya No Importan aquí:

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