Aterciopelados lanza versión aniversario en vivo de ‘El Dorado’: ‘El reto fue traerlo al futuro’

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Aterciopelados lanza versión aniversario en vivo de ‘El Dorado’: ‘El reto fue traerlo al futuro’

Revisitar la totalidad de El Dorado para una edición en vivo por su 25 aniversario — que terminó materializándose unos años después debido a la pandemia de coronavirus — fue muy especial para Aterciopelados, el grupo colombiano de rock liderado por la vocalista Andrea Echeverri y el productor Héctor Buitrago.

“Enfrentarse a un repertorio de hace 28 años pues es difícil, uno ya no es el mismo”, confiesa Echeverri en entrevista con Billboard Español. “El reto era retomar ese álbum que digamos tenía un sonido noventero, traerlo al futuro y que conservara la esencia de esa época, pero que sonara más adecuado a este tiempo”, agrega Buitrago.

Hoy (15 de marzo), presentan El Dorado En Vivo, una versión del disco seminal del rock colombiano de los 90 que los llevó a trascender los límites de su país, con clásicos como “Florecita rockera”, “Siervo sin tierra” y “De tripas corazón”. Grabado el 22 de abril del 2023 en el Palacio de los Deportes de Bogotá, el nuevo álbum de producción independiente presenta versiones de las 16 canciones del original, con la participación de Rubén Albarrán de Café Tacvba en “Mujer gala” y “La estaca”, y de Carlos Vives en “Bolero falaz”. El proyecto incluye videos para cada tema que se han ido lanzando en el canal de YouTube de Aterciopelados, con el de Vives debutando el jueves por la noche, justo antes que el álbum.

“Aterciopelados para mí es uno de los dioses del rock bogotano con el que me crié”, dice Vives en un comunicado de prensa. “Para mí es un orgullo cantar esta canción con ellos”.

A este lanzamiento le seguirá El Dorado Tour, una gira de 12 fechas por Norteamérica que comienza el 9 de abril en Phoenix y que pasará por ciudades como Dallas, Houston, Atlanta y Miami, antes de terminar el 27 de abril en Toronto (para ver todo el itinerario, haz clic aquí).

Echeverri y Buitrago eran unos jóvenes idealistas y soñadores cuando debutaron como Aterciopelados en 1993 con el álbum Con El Corazón en la Mano, en el que mezlaron sus influencias de punk rock con sonidos del folklore colombiano. Pero fue El Dorado, lanzado el 24 de octubre de 1995 a través de Sony BMG, el que los puso en el mapa internacional, con un sonido original y temas relevantes sobre ecología, feminismo y derechos humanos.

“Nosotros no somos músicos [académicos], es como todo muy de oreja y de sensibilidad”, explica Echeverri. “Yo creo que por lo mismo […] hemos hecho las cosas como de maneras diferentes, y salimos con unas cosas todas raras que funcionan cheverísimo”.

Ganadores de tres Latin Grammys, y nominados al Grammy en cinco ocasiones, Aterciopelados ha tenido presencia en los charts de Billboard, donde su álbum Gozo Poderoso (2001) alcanzó el No. 11 en Top Latin Albums y el No. 7 en Latin Pop Albums, mientras que su canción “El álbum” (de ese mismo disco) entró en la lista Latin Pop Airplay.

En 2021 lanzaron su más reciente álbum de estudio, Tropiplop, mientras que su última canción fue “Liberté” con Dr. Shenka, Susana Baca y Bunbury, lanzada el pasado diciembre. Actualmente trabajan en un nuevo álbum que esperan sacar antes de que finalice el 2024.

Han pasado 28 años desde el lanzamiento de El Dorado. ¿Cómo se sintió la experiencia de revivir el álbum entero después de tanto tiempo?

Echeverri: Pues mira, íbamos a celebrar los 25, porque nos lo había propuesto un festival grande de acá [en Colombia], pero hubo pandemia. Por eso salió un 28, que es como una fecha rara. ¿Y qué sentimos? Muchas cosas, porque enfrentarse a un repertorio de hace 28 años pues es difícil, uno ya no es el mismo. Yo por lo menos a nivel vocal pues sufrí, porque como que [antes] tenía una voz ligerita, de niña ingenua, y ahora tengo una voz más de mujer madura. (Risas).

¿Qué canciones te costaron en particular?

Echeverri: ¡Me costó todo! De hecho cambié de profesora de canto, trabajé todo el asunto. Tampoco la idea era volver a sonar así. La idea era más bien en lo que estoy, en mi sonoridad actual, acomodar las canciones, que fue lo que logramos. Pero también hay muchas muy rápidas, hay muchas muy feroces, como “Pilas”, como “No futuro”, que nosotros no hemos dejado de cantar. […] Fue un proceso desafiante y difícil, pero al final creo que lo logramos. Yo en estos días que lo he estado oyendo, sí suena poderoso, con una voz así gruesa, fuerte, bonito.

Héctor, ¿para ti qué fue lo más difícil?

Buitrago: El reto era retomar ese álbum que digamos tenía un sonido noventero, traerlo al futuro y que conservara la esencia de esa época, pero que sonara más adecuado a este tiempo. Hicimos la tarea todos estos meses previos donde ensayamos las canciones, y yo creo que logramos un equilibrio entre todo lo que estábamos pensando que queríamos hacer con este disco. En mi caso fue tensionante también porque yo era el productor pero también habían muchos más detalles y es un álbum que lanzamos independiente, entonces tenemos que estar pendientes de las cámaras, de las luces, del video, de los músicos invitados…

Echeverri: …de la escenografía, del vestuario… ¡y además saque el billetico! Esa también es dura. (Risas)

¿Me pueden dar algún ejemplo de alguna canción a la que le dieron un sonido más actual?

Echeverri: Creo que donde más se nota es en “Tripas”, porque nosotros no teníamos teclado en esa época.

Buitrago: Sí, “De tripas corazón” era tal vez la más roquera, la que sentíamos como más repetitiva que nos iba a sonar noventera, entonces ahí le metimos un teclado. Digamos que fue la única que transformamos tanto. Las demás están más apegadas a esa época.

Han pasado muchas cosas en sus vidas y en la industria desde que lanzaron El Dorado. ¿Se siguen identificando de la misma manera con sus canciones?

Echeverri: Yo creo que en medio de lo difícil, de lo tensionante, lo más bonito fue encontrarse con las canciones, porque fueron canciones que compusimos hace años. Nosotros no somos músicos [académicos], es como todo muy de oreja y de sensibilidad, pero al encontrarse con las canciones uno dice “¡Ush, pero éramos buenos!” […] Creo que la que más nos impactó a Héctor y a mí fue “Siervo sin tierra”. De hecho yo ayer, que estaba mirando los videos [del concierto,] en “El siervo sin tierra” llora mucha gente. Nosotros lloramos en los ensayos.

Aterciopelados ha creado un legado importante para el rock en español y ha sido una gran influencia para otros artistas. ¿Cómo lo sienten ustedes?

Echeverri: Yo creo que por lo mismo que no somos músicos académicos hemos hecho las cosas como de maneras diferentes, y salimos con unas cosas todas raras que funcionan cheverísimo. […] Pero yo creo que el legado tal vez viene más también como por el lado identitario y por el lado conceptual, porque Aterciopelados desde el comienzo ha estado hablando de feminismo, de ambientalismo, de lo antibélico, cuando eso ni siquiera se usaba como tema.

Muchos de los temas mantienen vigencia después de 25 años. ¿Tenían idea entonces de que estaban escribiendo himnos?

Echeverri: Creo que siempre hemos sido adelantaditos. (Risas) ¿Pero que si nosotros pensábamos que iba a perdurar? ¡No! Yo creo que precisamente, como salimos de ensayar en un lavadero […] a grabar discos, entonces éramos muy primíparos, inexpertos, ingenuos. Pero también éramos medio punk, entonces éramos súper lanzados. Yo creo que nadie se imaginó nada. Como no había tampoco una escena musical colombiana, uno lo hacía porque se pasaba rico, porque estaba bueno hacerlo.

Buitrago: Pero tiempo después nos enteramos que sí, que había muchos grupos que decían que Aterciopelados había sido una influencia en algún momento de sus carreras al comienzo, que vieron a Andrea o vieron a Aterciopelados y se inspiraron en las letras, en la actitud.

Hoy Colombia es un gran exportador de música, con muchos artistas entrando a los charts de Billboard y saliendo de gira mundial. ¿Cómo ven el panorama actual de la música en su país?

Buitrago: Yo siento que todo lo que sucedió en los 90, cuando no había ninguna escena — ni siquiera habían escenarios, no habían festivales. Ahí empezó a crecer todo, empezó a generarse una infraestructura que no había antes: aparecieron mánagers, técnicos, […] y yo pienso que eso que se empezó a desarrollar en ese momento es lo que hace que la música colombiana esté hoy por todos lados. Lo que está pasando actualmente con la música colombiana es, primero, el reflejo de un país que tiene muchas geografías y por lo tanto también mucha riqueza sonora — no solamnete hay sonidos del Caribe sino que hay sonidos del Pacífico, sonidos de las costas pero también del interior. Toda esa riqueza se está mostrando ahora al mundo con una infraestructura que está muy potente.

Escucha El Dorado En Vivo de Aterciopelados aquí:

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