Rafael Araneda y Karen Doggenweiler conducirán juntos el Festival de Viña del Mar 2025
El Festival de la Canción de Viña del Mar ya tiene su dupla de conductores para 2025. La producción del evento informó el miércoles (6 de noviembre) que el presentador y periodista Rafael Araneda se unirá a la conductora previamente anunciada Karen Doggenweiler para su 64a edición, que regresa a la Quinta Vergara del 23 al 28 de febrero.
Esta será la primera vez que Doggenweiler funja como coanimadora del festival chileno, mientras que Araneda regresa luego de siete años, tras haber conducido el festival entre el 2011 y el 2018. Ambos son figuras con una larga data en los medios de comunicación.
Producido este año por Bizarro Live Entertainment, el Festival de Viña comienza una “nueva era” en el canal Mega, tras haberse transmitido antes por el Canal 13 y la Televisión Nacional de Chile.
“Hoy, es un honor, es un privilegio, es un regalo que me da la música, que me da la vida, el poder regresar en esta nueva era de Mega y Bizarro haciendo el Festival de Viña del Mar”, dijo Araneda a Billboard Español esta semana. “[Tengo] grandes recuerdos, y grandes expectativas a futuro”.
“Yo me siendo tremendamente afortunada de participar de esta edición”, expresó por su parte Doggenweiler. “Viña no solamente es un festival, es un movimiento global de música y espectáculo, de conexión humana”.
Con casi tres décadas de carrera en radio y televisión, Araneda ha conducido espacios periodísticos, grandes estelares, programas de telerrealidad y concursos, además de sus ocho años al frente del Festival de Viña del Mar. En los últimos años ha desarrollado su carrera en Ciudad de México (TV Azteca) y Miami (Univision), donde actualmente anima el espacio “Enamorándonos”.
Doggenweiler, con más de un cuarto de siglo en la TV chilena, también ha conducido programas de entretenimiento en diversos formatos, incluyendo estelares, matinales, familiares, de concurso, de telerrealidad y festivales. A lo largo de los años ha tenido un estrecho vínculo con el Festival de Viña, que no solo cubrió desde sus inicios como reportera, sino del que también fue jurado.
Lanzado en 1960, el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar se celebra anualmente en la Quinta Vergara, un anfiteatro con capacidad para 15.000 personas ubicado en la ciudad chilena de Viña del Mar, en la región costera central de Valparaíso.
A lo largo de seis días, el evento presenta una mezcla de superestrellas, cantantes emergentes y artistas locales que compiten por las Gaviotas de Plata, Oro y Platino. Estos premios los decide un jurado con la ayuda de los espectadores desde sus casas, aunque el llamado “monstruo” — el público presente en la Quinta Vergara — tiene sin duda un gran poder de influencia con sus ovaciones y abucheos ocasionales.
A continuación, Karen Doggenweiler y Rafael Araneda, los anfitriones oficiales de 2025, responden preguntas de Billboard.
Karen, esta es tu primera vez como conductora del evento televisivo más importante de Chile. ¿Cómo te sientes ahora que se acerca este momento?
Yo me siendo tremendamente afortunada de participar de esta edición del festival. Viña no solamente es un festival, es un movimiento global de música y espectáculo, de conexión humana. Vamos a tener tecnología de punta, hay un compromiso con la sostenibilidad también y un show que esperamos ilumine todo el verano [austral]. Yo siento que llega en un momento muy, muy especial de mi carrera.
Junto a Rafael, esperamos imprimirle nuestro propio sello. Sabemos que durante 65 años lo han tenido otros canales también… y bueno, estamos ahora nosotros y por supuesto esperamos que se transforme en un festival entrañable, querido, en esta nueva versión que tenemos preparada, en este cambio de era que estamos trabajando con tanto, tanto cariño y dedicación.
Rafael, ¿qué significa para ti regresar a Viña como anfitrión luego de siete años?
Efectivamente, yo estuve como jurado en dos oportunidades del Festival de Viña del Mar, y luego tuve la posibilidad de conducirlo en ocho ediciones consecutivas. Fue una experiencia, en lo personal y en lo profesional, extraordinaria, dado que se trabaja con la mejor tecnología en términos de hacer televisión, de hacer lo que nos apasiona. Se trabaja en un concepto multimedia de 360 grados donde hay distintas audiencias, no solamente la gente de la televisión — está la radio, la prensa escrita, hoy con mucha fuerza las redes sociales, y también las transmisiones digitales que incluso te pueden llegar a dar una experiencia del festival personalizada. En ese sentido, siempre fue un lindo desafío. Hoy, es un honor, es un privilegio, es un regalo que me da la música, que me da la vida, el poder regresar en esta nueva era de Mega y Bizarro haciendo el Festival de Viña del Mar. [Tengo] grandes recuerdos, y grandes expectativas a futuro.
¿Cuál dirían que ha sido su momento favorito de Viña?
Karen: ¡Tantos! Me ha tocado ir como espectadora al público, a la galería, chiquitita con mi mamá, con mi hermana. Me ha tocado estar también como jurado, me ha tocado estar en programas satélites, me ha tocado participar como reportera, esperar a los artistas que llegaban al aeropuerto para entrevistarlos. Tantos años he sido testigo desde distintos lugares. ¡Creo que me faltaba solamente la animación! Así que yo creo que mi momento favorito en Viña está por venir. A pesar de que atesoro cada uno de estos otros momentos en un lugar muy importante de mi corazón, creo que Viña 2025 va a ser mi momento favorito en Viña del Mar.
Rafael: Momentos particulares hay muchos, emociones tras bastidores hay muchas, pero me quedo con la preparación previa, a nivel personal, y con observar también desde el backstage, desde una visión única, nervios en estrellas de categoría mundial que antes de entrar al escenario o de ser presentados se les ve nerviosos, se les ve con ganas, se les ve vocalizando, haciendo ejercicios, conversando y afinando detalles con su crew. Y ahí te das cuenta que todos somos personas, que todos queremos siempre dar la mejor versión de uno mismo, y que lo que ahí sucede es único, realmente maravilloso.
Karen, mencionaste que de pequeña asististe como público al festival con tu mamá y tu hermana. ¿Qué te dice tu familia ahora que serás la conductora de Viña 2025?
Mi familia se siente orgullosa, feliz, y por supuesto me apoya en esta instancia que es tan importante. El cariño de cada uno de los chilenos que uno se topa a diario, de nuestros compatriotas, lo vivimos en cada paso que damos por la calle, a través de las pantallas, a través de la radio. Por supuesto que nuestra familia también se suma a eso. Y estoy convencida que con Rafael es lo mismo. Yo conozco a su familia, los quiero mucho, y bueno, estamos muy estrechamente ya trabajando para que sea un festival inolvidable, para que reflejemos de verdad este cambio de era, para que podamos sorprender, y para que todos transformen cada una de estas seis noches en algo que permanezca ahí en los corazones.
Rafael, ¿qué va a ser diferente para ti después de siete años de ausencia?
Creo yo que el sello que le va a dar Mega y Bizarro. Y en ese sentido, junto a Karen, con quien tuve la posibilidad de trabajar muchos años en la televisión chilena en distintos formatos, en distintos horarios, y lo gozamos, lo pasamos muy bien, creo que ahí va a estar el sello. Tener la posibilidad de volver a reencontrarme con ella después de tantos años de experiencia acumulados va a ser muy rico. Ojalá que esa química y la madurez que los dos hemos obtenido a lo largo de los años se manifieste. No me cabe duda que así va a ser.
Pero también el sello va a estar comunicado de la energía, que es un concepto central para Viña 2025. La energía que genera la música, la energía que genera la experiencia de Viña del Mar, la energía que genera hacer una transmisión para que cada uno haga su propia misión, no solamente medios de comunicación, sino que las personas hoy día van a tener acceso a plataformas tecnológicas para ver el festival desde donde lo quieran ver, y como lo quieran ver. Ojalá que se vea en familia; los artistas, el lineup, va a estar en esa línea. Serán artistas de convocatoria familiar, crossover, y evidentemente y orgullosamente masivos. Eso es Viña.