La banda sonora de la serie de Netflix Cien Años de Soledad, basada en la obra cumbre del laureado Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, tuvo al compositor colombiano Camilo Sanabria para desarrollar canciones originales para la producción que nació inspirada en el clásico literario. Su mayor reto no sería solamente cuidar las composiciones, sino respetar y conservar patrones históricos de la época.

Antes de trabajar en Cien Años de Soledad, que se estrenó el 11 de diciembre en el servicio de streaming, Sanabria ya había participado de producciones como las series El Libertador y Niñas Mal, que fue emitida hace años por la filial latinoamericana del canal MTV. Además, por medio de su agrupación Monareta, ha logrado que sus canciones sean sincronizadas en producciones como Ugly Betty o en la película Pride And Glory, recordada por las actuaciones de Edward Norton y Colin Farrell.

Pero es importante destacar que la serie también tuvo como compositor a Juancho Valencia, un multiinstrumentista, productor y arreglista ganador de dos Latin Grammys y ocho premios India Catalina, así como también fundador de la agrupación Puerto Candelaria.

Para entender mejor el proceso creativo detrás de la música de Cien Años de Soledad, Billboard Colombia entrevistó a cada uno de los músicos encargados de transformar la magia de Macondo en canciones.

Rescatar las influencias indígenas, afrocolombianas y europeas, el reto de Camilo Sanabria

Camilo Sanabria se tomó aproximadamente un año en desarrollar la partitura necesaria para esta primera temporada. Comenzó a probar ideas musicales tan pronto le llegaron los primeros avances del montaje. Eso le permitió experimentar y esculpir el sonido que buscaba.

¿Tuvo oportunidad de ver avances de la producción para inspirarse en la música?

Sí, incluso desde mucho antes. Desde los guiones empecé a imaginar músicas en abstracto. Luego tuve la oportunidad de visitar el set, observar las locaciones, el diseño visual y los detalles, las dinámicas de los actores. En fin, inspirarme en todas las sensaciones y elementos que me pudieran servir para empezar a crear.

Fue muy útil para la primera etapa de Macondo, para su fundación. Empecé a experimentar con sonidos primarios muy básicos, muy arcaicos.

¿Qué tan difícil fue fusionar los ritmos colombianos con otros estilos para lograr un sonido único, propio, diferente?

Fue todo un reto. Lo más difícil fue acercar estos mundos que aparentemente son distantes. Por un lado, la influencia indígena: las gaitas, la flauta de millo y muchos de estos vientos nativos, que tienen su propia afinación, y fusionarlos con las cuerdas occidentales fue desafiante. También hubo un juego con la música tradicional al descontextualizarla, sacarla de la rumba o de los rituales para generar otro tipo de emociones que sirvieran a la narrativa de la serie.

Somos una mezcla de muchas culturas, lo que precisamente nos hace únicos y complejos; tenemos influencias de lo indígena, de lo afro y de lo europeo. Todo esto está reflejado en la serie. Los materiales musicales se van transformando y poco a poco se va dando el paso del tiempo, el sonido en Macondo se va sofisticando de cierta manera. Esto me llevó a unos resultados sonoros insospechados.

¿En qué ciudad o ciudades se grabó, mezcló y remasterizó la partitura?

En Bogotá fue la mayor parte de grabaciones, con músicos de diferentes regiones de la costa Caribe, y de manera remota grabamos con Budapest Scoring (reconocido estudio de grabación europeo), en Hungría. La mezcla también la dirigí y se realizó en Bogotá por Camilo Escobar. Por último, la masterización del álbum se hizo en Los Ángeles por Reuben Cohen de Lurssen Mastering, especialistas en bandas sonoras.

¿Cómo fue la coordinación con Juancho Valencia? ¿O cada uno estaba trabajando de manera independiente?

La influencia de Juancho fue muy importante. Él estuvo al frente de todas las músicas folclóricas en el set y siempre mantuvimos conversaciones sobre los instrumentos y los géneros folclóricos. Nuestro trabajo se complementó mutuamente y logramos una muy buena sinergia en el proyecto.

Juancho Valencia, el responsable del folclor

Juancho Valencia se encargó de los sonidos folclóricos de la serie, que fueron desarrollados en los estudios de su productora Merlín Producciones, en la ciudad de Medellín. Una compañía especializada en músicas de Colombia y el Caribe.

¿Investigó acerca de la serie para llevar a cabo los 12 minutos de su autoría que hacen parte de la banda sonora, publicada en plataformas de streaming?

La composición que quedó incluida en la banda sonora y que no fue sumada en la playlist tuvo un trabajo detallado de investigación musical. Algo que requiere detenimiento cuando la historia, su inicio, sucede en la mitad del siglo XIX, un momento escaso de información del folclor rural del Caribe colombiano. Debíamos no solo sumar investigación, sino creatividad a la hora de componer cada pieza sonora.  

¿Qué tan complejo fue lograr el ambiente sonoro para el set de Macondo, es un recorrido por diferentes estilos caribeños?

La música se comportaba muy diferente años antes de que existiera la posibilidad de grabarse. Los conceptos de estructura musical, estrofas, interludios, son conceptos de la industrialización musical. Antes ésta tenía un sentido más artesanal, improvisado y espontáneo. Trabajamos para que las canciones tuvieran esa sonoridad y además imaginando el génesis rítmico de estilos como la cumbia, el porro y el vallenato.

¿Quién lo acompañó en las voces de las canciones “Compadre Santana”, “Canta en silencio”, “Oye morenita” y “Candela que quema” que aparecen en la serie?

Contamos con voces y acordeoneros investigadores de los sonidos del juglar y la cumbia. Luis Javier Hernández canta y toca el acordeón en “Compadre Santana”, Eddy Álvarez en “Oye morenita” canta y toca el acordeón, y Carlos Mendiola (que actúa en la serie como Aníbal adulto) interpreta con su voz “Canta en silencio”. También Víctor José Navarro (quien actúa en la serie como Aníbal joven) interpretó el acordeón en otras piezas.

¿Qué tipo de tecnología usó para componer: análogo, digital o una combinación de las dos? ¿Esto lo llevó a una mezcla de 5.1 o solo estéreo?

La banda sonora de la serie es producida con todos los elementos tecnológicos para sonar lo más natural y orgánico posible. Exploramos también con afinaciones y mezclas de tambores y combinaciones de gaitas (instrumento folclórico del Caribe colombiano). El diseño sonoro y mezcla estuvo a cargo de La Tina Sound Design en Bogotá.

De esta primera temporada le sobraron temas para la segunda etapa de la serie…

Cada pieza musical se construye bajo los lineamientos del guion, la escena y el director. Cada canción debe aportar a objetivo principal del director y todo el equipo musical de la serie. Camilo Sanabria en la música original, y yo en la música de set, hemos narrado el crecimiento del pueblo de Macondo desde las sonoridades, las evoluciones de los ritmos e instrumentos.

Así como Macondo va creciendo y llegan nuevos personajes, así cada década de este pueblo va sumando nuevas influencias sonoras que empiezan a enriquecer de una manera maravillosa la banda sonora de la serie. Así es exactamente como ha sucedido el desarrollo del territorio caribeño, colombiano y latinoamericano.

— Por Rodolfo Ovalle