Chartbreaker: Cómo Elena Rose pasó de componer éxitos para otros a crear los suyos propios
En marzo de 2020, al principio de la pandemia de coronavirus, Elena Rose era una compositora en la mitad de sus 20s que había ayudado a crear éxitos para superestrellas latinas como Becky G y Myke Towers. Estaba contenta con su trabajo, pero a medida que el confinamiento comenzaba a implementarse, la artista venezolana-estadounidense tuvo una revelación.
“Yo de verdad pensé que el mundo se iba a acabar”, dice. “Y cuando yo vi que el mundo no había escuchado mi voz, a mí me puso triste”.
Mientras Rose continuaba trabajando tras bastidores — sus créditos como compositora incluyen hasta la fecha 20 entradas en las listas de Billboard y colaboraciones con Selena Gomez, Bad Bunny, Marc Anthony y el equipo de Becky G y Karol G en “MAMIII”, que alcanzó el No. 1 en Hot Latin Songs — hizo su debut como cantante independiente ese mayo con el tema urbano “Sandunga”. Acompañó el lanzamiento con un video musical colorido que mostraba su presencia impactante y aludía a sus capacidades de superestrella. Ahora, cuatro años después y a sus 29 años, ha alcanzado ese potencial, irrumpiendo en los charts como intérprete con “Orion”, su colaboración con el astro panameño Boza.
Nacida Andrea Elena Mangiamarchi en Miami de padres venezolanos, Rose creció entre Puerto Rico y Venezuela antes de regresar a su ciudad natal debido a la crisis sociopolítica y económica en el país sudamericano. Sin importar donde estaba, le encantaba cantar en todas partes: inicialmente, comenzó como intérprete, presentándose en fiestas, bares, restaurantes. Conoció a su mentor, el productor Patrick Romantik, en Miami poco después de cumplir los 20, y éste la llevó a su estudio y le enseñó los entresijos de la tecnología allí. Además, le permitió observar las sesiones para aprender sobre el proceso de composición de canciones. “Y comenzaron mis años de silencio”, reflexiona Rose. “Recuerdo que me dijeron, ‘OK, puedes estar aquí, pero no te podemos sentir’”.
Durante ese tiempo, observó a escritores y productores como Servando Primera, Yasmil Murrufo y Mario Cáceres escribir éxitos como “Mayores” de Becky G con Bad Bunny en 2019, que alcanzó el No. 74 en el Billboard Hot 100. Y en el camino, obtuvo una educación musical informal como creadora de éxitos. “Cuando yo trabajaba en bares en Miami, los músicos eran el percusionista de Ricky Martin, el pianista de Alejandro Sanz, el bajista que había tocado con Stevie Wonder”, dice Rose. “Fue mi mejor escuela, porque eran realmente personas que habían vivido la música, que la entendían y que la querían preservar”.
Continuó lanzando nuevos sencillos de manera independiente los años siguientes, como “La ducha” y “Picachu”, y realizó apariciones en eventos clave de la industria como la Semana de la Música Latina de Billboard, donde ha participado cada año desde 2021, ya sea como panelista o intérprete. En el verano de 2022, firmó un contrato discográfico con Warner Music Latina. “Sus letras, su voz, su presencia y la habilidad que tiene para transmitir emociones son incomparables”, dijo en ese momento el presidente del sello, Alejandro Duque. Y, en septiembre del año siguiente, llegó a un acuerdo de management con OCESA Seitrack, cuyos artistas incluyen a superestrellas como Sanz y Alejandro Fernández.
“El día que me senté hace un año y medio a cenar con ella, me voló la cabeza”, dice el fundador/CEO de OCESA Seitrack, Alex Mizrahi, agregando que entonces reconoció “un diamante en bruto” con el potencial de convertirse en “la próxima Karol G” en términos de éxito.
Desde que se sumó a su equipo de management, Rose ha lanzado canciones en solitario significativas y llenas de alma, incluida la empoderadora “Me lo merezco” en marzo, pero son sus colaboraciones con artistas de diversos géneros — tanto en su EP lanzado en noviembre, En Las Nubes (Con Mis Panas), como en otros lugares — lo que la ha llevado a conquistar seguidores en nuevos mercados, principalmente con “Orion”. Sofisticada tanto en sus letras como en su producción, la canción es una cautivadora fusión de reggaetón, salsa y afrobeats. Tiene un puente irresistiblemente juguetón de Boza, y con la escritura evocadora de Rose, el sencillo muestra nuevas capas de ambos artistas.
“La canción ‘Orión’ la hice en un campamento en Miami hace un año”, recuerda Boza. “Cuando la escuché con el productor, Daramola, y los compositores, Essa Gante y Omar, en ese momento ya sabíamos que necesitábamos una ‘nena’, y junto a mi equipo, pensamos en Elena”.
Rose agrega: “Cuando a mí me llegó la canción, recuerdo que la escuché y dije, ‘OK, tiene un alma, tiene algo lindo. Quiero, si me permiten, llevarla como a mi mundo y ver cómo le puedo dar un poquito más de mí’. Recuerdo que entonces fue cuando cuando le di cariño al coro, cambié la letra, y escribí mi verso. Siento que ya para mí el concepto de ‘Orion’ se convirtió en una fuente de información de la inteligencia emocional”.
La canción fue lanzada el 29 de mayo bajo Sony Music Latin (la disquera de Boza), con un video musical oficial al día siguiente. Aunque Rose grabó su parte por separado, se reunieron en Panamá para filmar el clip, que desde entonces ha acumulado más de 100 millones de vistas en YouTube. “Orion” comenzó a tomar fuerza en la radio también, y para mediados de septiembre debutó en el No. 20 de la lista Latin Pop Airplay. Tres semanas después, llegó al ranking general Latin Airplay. Desde entonces se ha mantenido en ambos charts, pasando las últimas seis semanas en el No. 2 de Latin Pop Airplay. También ha alcanzado un máximo en el No. 15 de Latin Airplay. “Trabajar con ella es como viajar a otro planeta”, dice Boza de Rose.
A medida que su perfil público alcanzó nuevas alturas impulsado por el éxito de la canción, también lo hizo su estatus como intérprete dentro de la industria: en septiembre, recibió tres nominaciones al Latin Grammy, a canción del año por “Caracas en el 2000” con Danny Ocean y Jerry Di; a mejor canción pop/rock por “Blanco y negro”, un tema de LAGOS con Rose; y a mejor canción regional por su participación en “Por el contrario” de Becky G, que coescribió con los creadores de éxitos Edgar Barrera y Keityn. (El año anterior, fue la única mujer nominada cuando se inauguró la categoría de compositor del año).
Rose ha seguido priorizando sus esfuerzos de colaboración, lanzando tanto la balada con tintes country “A las 12 te olvidé” con Ha*Ash como la canción de pop con cumbia y ritmos urbanos “Pa’ qué volviste?” con Maria Becerra en noviembre. Y aunque su éxito con Boza la ha convertido en una cara reconocible en Panamá — Rose dice tímidamente que un vuelo reciente que estaba tomando se retrasó después de que el copiloto solicitó una foto con ella — Mizrahi adelanta que hay más duetos en el horizonte inmediato, con el objetivo de ampliar su base de seguidores en otros países. Para los próximos meses se pueden esperar lanzamientos con Camilo y Morat (ambos de Colombia), Alejandro Sanz (España) y Los Ángeles Azules (México). También tiene previsto actuar en Lollapalooza Argentina y Lollapalooza Chile en marzo de 2025. “La meta es llevar la música de Elena al mundo para hacerla una artista global”, dice Mizrahi.
La experimentada compositora convertida en intérprete sin duda va por buen camino.
Una versión de esta historia aparece en inglés en la edición impresa de Billboard del 14 de diciembre de 2024.