Cómo Alok transforma sonidos ancestrales en un llamado global a la sostenibilidad

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Cómo Alok transforma sonidos ancestrales en un llamado global a la sostenibilidad

En una noche cálida en Belém, Pará, en el norte de Brasil, a solo 100 millas (160 kilómetros) al sur del ecuador y cerca de la selva amazónica, una multitud de más de 250.000 asistentes se reunieron en el estacionamiento del Estadio Olímpico Mangueirão para un concierto gratuito sin precedentes. En medio de esta marea de gente, se erigía un dramático escenario en forma de pirámide de 10 pisos. Coronándolo estaba Alok, el supeastro DJ y productor famoso por ser pionero y popularizar el género Brazilian bass a escala global.

Llegó vestido con un atuendo verde que parecía una mezcla entre un traje espacial brillante y un escarabajo frondoso. “Estamos aquí hoy en Belém, en el corazón del Amazonas, no solo para hablar sobre un futuro ancestral sino también para reconocer las voces y el legado de los guardianes del bosque”, declaró Alok en el escenario, en portugués. “Viviendo [en el Amazonas] están los habitantes ribereños, las personas indígenas, y ahora, compartirán el escenario. ‘El futuro es ancestral’ está con ustedes ahora, los Yawanawa”.

Además de ser el nombre de su último álbum, The Future is Ancestral, “el futuro es ancestral” es una frase que representa la profunda inmersión de Alok en las antiguas tradiciones vivas del pueblo Yawanawa, originario del Amazonas. Su música ritualista y sus poderosos cantos ofrecen una conexión trascendente con la selva, uniendo puentes entre el pasado y el presente con cada nota.

Este gran evento internacional sirvió como el inicio ceremonial de la cuenta regresiva de un año para la COP30 — la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas — y lanzó simultáneamente la gira Aurea de Alok. El evento, una manifestación de resiliencia y esperanza para la salud duradera de nuestro planeta, fue presentado por el Banco do Brasil y recibió el apoyo total del gobierno de Pará.

El show de más de tres horas se expandió a través de varios segmentos, destacando también a leyendas locales como Joelma, Gaby Amarantos, Zaynara, Viviane Batidão y Pinduca, muchos de los cuales representan la música nativa de Pará, el carimbó (un estilo tradicional animado caracterizado por ritmos afroindígenas) y la tecnobrega (configuraciones electrónicas de música brasileña), así como el cantante de rock indie Zeeba.

El escenario piramidal — que tardó dos semanas en construirse — se erigió como un prodigio de la tecnología moderna, con más de 100 toneladas de equipos, una plataforma giratoria de 360 grados y más de 2.000 paneles LED. El espectáculo visual del evento se intensificó aún más por 432 drones, orquestados por Flyworks Done Show, que pintaron el cielo nocturno con motivos celestiales, un tocado indígena y un árbol colosal, creando un resplandor mágico sobre la multitud reunida.

Alok performs in Belém, Pará, Brazil on Saturday, Nov. 23 as part of his Aurea Tour, kicking off the countdown to COP30 in 2025.
Alok en Belém, Pará, Brasil, el sábado 23 de noviembre como parte de su gira Aurea Tour, que inicia la cuenta regresiva de un año para la COP30 de 2025.

En apoyo a estas iniciativas, el gobernador de Pará, Helder Barbalho, destacó la importancia de eventos como este para cambiar las percepciones públicas y direcciones políticas. “Es una oportunidad extraordinaria albergar el evento de cambio climático más grande del mundo en Belém”, afirmó a Billboard Español, refiriéndose a la COP30.

El gobernador resaltó la doble necesidad de preservar la inmensa biodiversidad del Amazonas mientras se considera el sustento de sus 29 millones de habitantes, pintando un vívido retrato de los “amazonenses urbanos, ribereños y pueblos indígenas” que forman el tejido de este vibrante ecosistema. “Creo que no hay un lugar más simbólicamente importante para esto que el Amazonas y Belém. Entendemos que usar el entretenimiento para involucrar a la sociedad es crucial”, añadió Barbalho.

Pero fue un viaje extremadamente personal lo que puso a Alok en este camino hace una década. Mientras luchaba con una profunda depresión en 2014, el artista buscó consuelo y significado. “Estaba buscando respuestas. Solo sentía un enorme vacío”, dijo días antes del evento en la Ilha do Combú, una isla ubicada a lo largo del río Guamá. “Un amigo mío me mostró un video en YouTube de Saiti Kaya, de los Yawanawa, cantando, y fue simplemente hermoso. Dije, ‘Wow, esto es inspiración. Quiero ir allá. Quiero visitarlos’”.

Sin nada que perder, Alok reservó su viaje sin saber que requeriría tres vuelos que sumaban 13 horas, seguidos de un agotador viaje de nueve horas en una pequeña canoa (“No un barco”, recalcó riendo). Mientras navegaba el río, de repente estalló una enorme tormenta que lo llevó a preguntarse, “¿Qué estoy haciendo aquí?” Pero continuó, impulsado por una profunda necesidad de seguir adelante.

Al arribar, Alok llegó a comprender algo importante. “Tenemos la impresión de que nuestra cultura es más desarrollada y que ellos son menos desarrollados. Tan pronto como llegué allí, me di cuenta de que esa [noción] no existe. Son perspectivas y objetivos diferentes. La forma en que se conectan con la naturaleza es algo que nosotros perdimos hace mucho tiempo”.

Durante su inmersión de 10 días con el pueblo Yawanawa, Alok se involucró en sus prácticas tradicionales, sumergiéndose en los aspectos espirituales y medicinales de su cultura. Participó en rituales de ayahuasca, una potente bebida alucinógena hecha de enredaderas específicas conocidas por sus poderosos efectos psicoactivos, y kambo, que implica aplicar la secreción de una rana en quemaduras en la piel para limpiar el cuerpo y la mente. Estas experiencias abrieron nuevos ámbitos de comprensión para Alok, tocando temas de vida, muerte y renacimiento inherentes en estos ritos.

Alok explicó que el descubrimiento de la ayahuasca es un milagro de la naturaleza, que requiere una combinación misteriosa de dos plantas entre la vasta biodiversidad del Amazonas. Las probabilidades de tal hallazgo, señaló, eran astronómicamente bajas, “una en 100 millones”. “[Los Yawanawa] me contaron que fue en un sueño que descubrieron cómo combinarlas”, añadió. “Tenemos una enzima en nuestro sistema digestivo que no permite la liberación de DMT. Lo que ocurre es que una planta libera el DMT y la otra apaga nuestra enzima. Así es como funciona correctamente. Fue una experiencia transformadora que [cambió] la manera en que contribuyo a través de mi arte”, dijo, cambiando de éxitos comerciales a “canciones para sanar”.

“Para nosotros, la música es vital”, dijo Célia Xakriabá, activista del pueblo Xakriabá de Brasil y la primera mujer indígena en obtener un doctorado en antropología de la Universidad Federal de Minas Gerais. “Muchos preguntan, ‘¿Cuál es el éxito más grande este año?’ Para mi pueblo, la música más significativa no es la más nueva, sino la más antigua, la más ancestral. [Alok] me dijo, ‘Célia, tengo la impresión de cantar para millones de personas y que no me escuchan’. Y yo dije, ‘Quizás es porque estás cantando desde un escenario demasiado alto. Nosotros, los pueblos indígenas, cantamos desde la tierra’”.

Mientras tanto, Mapu Huni Kuin, líder espiritual, jefe y músico del pueblo Huni Kuin, fue descubierto por Alok a través de su canción “Índio Mensageiro” en YouTube. Mapu recordó cómo Alok se puso en contacto con él, no solo apreciando su arte sino reconociendo el potencial para una mayor conciencia y preservación. “Él vio este proyecto como una oportunidad para nosotros de archivar nuestro conocimiento y prácticas para las futuras generaciones — nuestras oraciones, nuestro arte, nuestra forma de vida”.

Alok lanzó en abril The Future is Ancestral, un álbum de nueve canciones que presenta a Yawanawa Saiti Kaya, Guarani Nhandewa, Wyanã Kariri Xocó, Brô MC’s, OWERÁ, Kaingang, así como a Mapu y Célia, representando un total de ocho comunidades indígenas de Brasil para ayudar a salvar el Amazonas. Todos los ingresos apoyan directamente a los artistas y sus comunidades.

“Lo que presentamos es la voz del bosque”, dijo Mapu. “The Future is Ancestral se trata de hacer que la gente escuche lo que los ancianos solían decir y hablar, y la mejor manera es a través de nuestros cantos sagrados. Oramos por la sanación de la humanidad”.

“Es una plataforma que amplifica las voces indígenas de Brasil, que han enfrentado amenazas significativas. Antes éramos cinco millones, ahora somos solo un millón setecientos”, añadió Célia. “Los pueblos indígenas constituyen el 5% de la población mundial; sin embargo, protegen el 82% de su biodiversidad. Junto con las comunidades tradicionales, representamos el 50% de las soluciones para la salud del planeta. Así que, cuando los pueblos indígenas cantan, el bosque canta con nosotros”.

Alineado con los objetivos ambientales de su álbum, Alok mencionó una iniciativa global relevante para enfatizar la importancia práctica de las soluciones naturales: “Elon Musk lanzó la competencia XPRIZE [Eliminación de Carbono]. Si pudieras crear una tecnología capaz de remover el dióxido de carbono de la atmósfera, recibirías 100 millones de dólares. Eso ya existe, se llama árboles. ¿Entiendes a qué me refiero? Ese es el punto”.

Continuó reflexionando sobre el cambio de paradigma cultural que su proyecto busca reforzar: “Por eso cada vez que decimos ‘El Futuro es Ancestral’, estamos trayendo el conocimiento ancestral para crear un futuro sostenible para nosotros. Ese es el punto más importante de este proyecto: elevar sus voces. Estoy muy orgulloso de ellos. Algo hermoso de este proyecto es que muchas veces, cuando trabajo con artistas [no indígenas], siempre se trata de ‘ellos, ellos, ellos’. Pero con los indígenas es diferente, siempre piensan en el colectivo”.

El gobernador Barbalho destacó las preparaciones estratégicas para que Belém albergue la próxima COP30 el año que viene, subrayando su importancia no solo local sino también global: “Estamos preparando a Belém para recibir a 60.000 asistentes inmersos en discusiones ambientales, explorando soluciones y abordando desafíos sociales. Esto nos posiciona para dejar un legado tangible para el medio ambiente y la ciudad”, dijo. Conjuntamente con la COP30, el Festival Global Citizen también se realizará en Belém, siendo la primera vez que el festival de Nueva York llegue a América Latina.

“Nuestra generación tiene una oportunidad única de crear un legado duradero para el Amazonas y su gente, y de mejorar Belém como ciudad”, explicó Barbalho. “Mi esperanza es que al final de este viaje, hayamos desempeñado nuestro papel en inaugurar una nueva era para esta generación. Más importante aún, espero que dejemos a las futuras generaciones un ambiente más saludable y un bosque próspero que sostenga valor ambiental, social y económico”.

Alok reflexionó sobre el potencial transformador de entrelazar el conocimiento ancestral con los movimientos globales contemporáneos. “Es [imperativo] que la población comprenda la importancia de la COP30, que será la más significativa de la historia”, dijo. “Nos estamos acercando a lo que se llama el punto de no retorno. Solo este año en Brasil, hemos perdido un área equivalente a 130 ciudades del tamaño de São Paulo — hogar de 11,5 millones de personas — debido a la deforestación. El bosque no puede recuperarse por sí solo. La gente necesita darse cuenta de que Brasil puede ser un líder en crecimiento sostenible y cómo podemos incorporar a otros. La población debe presionar a nuestros líderes para que hagan cambios reales”.

A medida que se acerca la COP30, Belém se convierte en un punto de inflexión en la defensa ambiental global, con la ayuda de Alok y el proyecto The Future is Ancestral. Con el mundo observando, hay una aspiración colectiva de que el evento internacional resalte la necesidad crítica de prácticas sostenibles y movilice acciones concretas para proteger nuestro planeta para las generaciones venideras.

Alok performs in Belém, Pará, Brazil on Saturday, Nov. 23 as part of his Aurea Tour, kicking off the countdown to COP30 in 2025.
Alok en Belém, Pará, Brasil, el sábado 23 de noviembre como parte de su gira Aurea Tour, que inicia la cuenta regresiva de un año para la COP30 en 2025.

Nota: El viaje para cubrir el concierto de Alok en Belém, Pará, Brasil, fue patrocinado por el equipo de Alok y el gobierno de Pará, que proporcionó financiación para vuelo y alojamiento.

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