Manager de artistas describe masacre en rave israelí: ‘Se convirtió en una pesadilla’

Un manager de artistas que tenían programado tocar en el festival Paralello Universo en Re’im, Israel, cerca de la Franja de Gaza, y que estuvo allí durante el ataque al festival, describe una escena de caos y terror.

Varios artistas de Raz Gaster iban a participar en el festival de música electrónica, donde al menos 260 personas murieron y otras fueron secuestradas en medio de un ataque de Hamás el sábado (7 de octubre).

Gaster llegó al lugar aproximadamente a las 5:30 a.m. del sábado, y la fiesta, que había comenzado la noche anterior, debía durar aproximadamente hasta las 5 p.m. ese día. Una rama de la marca del festival Paralello Universo comenzó en Brasil hace casi 20 años; el evento de Israel se llamó Supernova Sukkot Gathering, por la festividad judía de Sucot, y recibió a varios miles de asistentes en una zona rural cerca de la Franja de Gaza, con un cartel centrado en el género psytrance electrónico.

Pero todo cambió cuando cohetes y misiles lanzados desde la Franja de Gaza por Hamás comenzaron a caer en el lugar una hora después, como parte de un ataque más amplio contra Israel.

“Hacia las 6:30 de la mañana empezamos a oír explosiones”, dice Gaster. “Salimos del backstage y vimos un bombardeo total por todas partes. Eran cientos de cohetes y morteros volando desde todas partes y explosiones a nuestro alrededor”.

Gaster dice que en ese momento, la seguridad del festival recomendó a todos que se tiraran al suelo y pusieran las manos sobre la cabeza para protegerse. Pero después de 5 a 10 minutos, dice Gaster, “los policías gritaron en los micrófonos: ‘OK, súbanse a sus autos y váyanse’”.

“En el momento en que los policías dijeron ‘váyanse ahora’, corrí”, recuerda Gaster. “No esperé, porque sabemos que es un ataque con cohetes. Tienes que actuar rápido”.

Debido a que su auto estaba estacionado cerca del escenario, muy cerca de donde él estaba parado, Gaster y otros tres hombres, incluido el cofundador de Universo Paralello, Juarez Petrillo, pudieron subir inmediatamente al auto de Gaster y salir minutos después, luego que Gaster se asegurara de que los artistas con los que trabaja también se encontraban en vehículos que huían del lugar.

Gaster dice que estaba “conduciendo súper rápido, sin detenerse por nada, incluso cuando caían misiles. Mi instinto me dijo que no me detuviera para refugiarme, simplemente condujera… Manejamos tan rápido que ni siquiera sabíamos lo que estaba pasando”.

Cuando Gaster y los demás llegaron a una villa alquilada por el equipo de producción, ubicada aproximadamente a 30 kilómetros del festival, comenzaron a recibir mensajes de texto y llamadas telefónicas diciéndoles que minutos después de que se alejaron del lugar, combatientes de Hamás llegaron “con ametralladoras, RPGs, granadas y simplemente masacraron a todos los que pudieron”.

Dice que estos atacantes llegaron en motocicletas, cuatriciclos y camiones aproximadamente 20 minutos después de que comenzaran a caer los misiles.

Gaster y sus compañeros convirtieron la villa en un centro de mando, contactando a la FDI (Fuerza de Defensa de Israel), a otros servicios de seguridad israelíes y a “todos nuestros amigos que conocemos personalmente y que tienen armas de fuego y conexiones que pueden ir allí”.

Durante este tiempo, él y los demás recibieron mensajes de amigos y colegas que aún se encontraban en el lugar, quienes informaron que los atacantes estaban disparando a los asistentes en sus autos mientras estos intentaban huir. Una amiga de Gaster le envió un mensaje para decirle que el conductor de su auto había recibido un disparo y que ella y otra amiga fingieron estar muertas para evitar que las mataran. Dice que estas mujeres pasaron cinco horas haciéndose las muertas antes de ser rescatadas. Hasta el domingo (8 de octubre), el servicio de rescate israelí Zaka informó de al menos 260 cadáveres en el lugar.

“La gente se escondía en zanjas, entre los arbustos, en el bosque, en cualquier lugar que se pudiera imaginar”, dice Gaster. “Recibimos mensajes horribles de amigos que decían: ‘Por favor, ayúdennos, están disparando a las personas que están al lado nuestro’”.

Gaster dice que las FDI y las fuerzas especiales tardaron unas horas en llegar al lugar, mientras los que estaban allí intentaban defenderse.

“En la fiesta ya había una fuerza policial, como cualquier fiesta autorizada”, dice Gaster, “y fueron los primeros en tratar de ayudar luchando… Somos israelíes, por lo que la mayoría de nosotros tenemos experiencia militar, y algunos de la producción lograron matar a algunos terroristas con sus propias manos y sus armas”.

Gaster dice que el dueño de la productora detrás del festival, Nova Tribe, mató a dos de los atacantes después de quitarles las armas. Gaster dice que él y el equipo de la villa de producción recibieron ubicaciones en el sitio de varios asistentes y luego enviaron estas ubicaciones al propietario, quien entonces fue a ayudarlos.

“Fueron 24 horas de trabajo para encontrar la mayor cantidad de personas posible y obtener tantas señales de vida como fuera posible”, dice Gaster.

Originalmente, Universo Paralello no iba a llevarse a cabo en el sitio de Re’im; los organizadores lo trasladaron a este lugar solo dos días antes de que comenzara, cuando se cayeron los planes para hacerlo en otro sitio en el sur de Israel. El nuevo lugar en Re’im contaba con un par de escenarios; el productor israelí Artifex estaba tocando en el escenario principal cuando comenzó el ataque. A Gaster le dijeron que los atacantes cerraron la vía hacia el festival por ambos lados para que los asistentes no pudieran escapar.

Otros asistentes al festival fueron secuestrados por Hamás. Cuando un grupo de entre 15 y 20 personas se reunió en la villa de producción, dice Gaster, “comenzaron a ver videos en las redes sociales de rehenes y personas que conocemos que están secuestradas y cuerpos que podíamos reconocer [como] nuestros amigos. Muchos amigos siguen desaparecidos y todavía no sabemos dónde están”.

Calcula que todavía faltan entre 600 y 700 personas de la fiesta. Todos menos uno de los artistas del cartel del festival salieron de Israel, y Gaster y otros colocaron a los artistas en cualquier vuelo disponible hacia Europa, ya que las aerolíneas cancelaron vuelos en medio de los ataques.

Mientras Gaster acababa de llegar a su casa en el norte de Israel cuando Billboard habló con él alrededor de la 1 a.m., hora local israelí (dice que las FDI controlan la mayor parte del área entre donde estaba y donde vive, por lo que se sintió seguro al conducir a casa), dice que en medio del caos todos “todavía están tratando de encontrar señales de vida”.

“Somos una comunidad pacífica, somos una comunidad musical, lo hacemos para crear diversión”, dice Gaster. “Solo queríamos bailar, pasar un buen rato y disfrutar de música juntos, y se convirtió en una pesadilla”.